29 octubre, 2002

El domingo fui a ver el dragon rojo "Red Dragon", la segunda parte del silencio de los corderos. Reconozco que es entretenida, aunque me gustó más la primera parte. El problema de las segundas partes es que los actores que repiten no interpretan el papel sino se interpretan a si mismos en la primera parte... y claro queda una caricatura. Esto es lo que sucede con mi adorado Anthony Hopkins, que en la segunda parte parece un afable anciano y ya no da ni la mitad de miedo que en la primera... Edward Norton crece como actor a pasos agigantados...como consigue hacer tantas películas?

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