El local es bonito y moderno, con una decoración muy agradable. La atención de primer nivel desde el principio hasta el fin, con Raul muy atento cuidando todos los detalles.
La bodega muy bien surtida y escogida. Probamos el vino Mala Vida DO Valencia que estaba bastante bueno.
El menú de degustación es un puro homenaje al mar y a los productos de la zona, integrando con absoluta maestría las alga, pescados y mariscos, como un autentico chef del mar. Las presentaciones son sorprendentes y atractivas, las elaboraciones respetando al producto. Muy buena aplicación de las técnicas de cocina a baja temperatura en platos como el tomate 24 o el huevo perfecto. A mi particularmente me encantó el barco de aperitivos, el suquet de cigalitas con quinoa marina y el tiradito de corvina....geniales!!
De postre, una versión deliciosa del agua de valencia, una combinación de chocolate blanco con cítricos bastante apetecible y unos polos de gintonic.
El resultado, siguiendo las categorías sería:
- Calidad de producto: 9
- Presentación : 8
- Sabor/Calidad de Cocina: 8
- Servicio en sala: - Extras (local, vistas, espacios, decoración, ambiente): 7,5
- Bodega: 7,5
Un sitio muy recomendable y repetible
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