- Calidad de producto: 6,5
- Presentación : 5
- Sabor/Calidad de Cocina: 5
- Servicio en sala: 7
- Extras (local, vistas, espacios, decoración, ambiente): 8 por las vistas
- Bodega: 6
Es un restaurante con aspiraciones, que tiene un sol Repsol y distinción sin estrella de Michelin. Está ubicado en la antigua casa de José Luis Perales el cantante. Tiene unas vistas magníficas, similares a las de las casas colgadas. El local está bien reformado, es agradable y con buen ambiente. La bodega normal, nada sorprendente.
La carta, con bastante presencia de gastronomía local. Probamos unas berenjenas rellenas de cangrejo de río, bastante buenas, unas migas muy flojas (unos trozos grandes de pan con mucho ajo nada de carne y unas uvas), un cochinillo sin nada destacable, normal y de postres un pudding de queso y unos miguelitos que no pasaran a la historia (planitos de sabor). En general a mí me faltaron más sabores e imaginación para estar en otro nivel.
Como conclusión, no es mal sitio, aunque no creo que repita, salvo que sea de noche, ya que esas vistas por la noche deben ser bastante románticas. Ojo que con vistas solo hay unas pocas mesas...
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